miércoles, 8 de octubre de 2008

¿Cómo lo hacemos?

Escribir…porque es la forma
más veloz que tengo de moverme.
Chantal Maillard.



Es sábado, 9 de la mañana, uno a uno van llegando los 15 integrantes fijos de Maniguaje al segundo piso de la biblioteca del Banco de la República frente a la plaza central de Florencia; se abre una mesa para la conversación, cada uno lleva en su mochila lecturas nuevas, historias que se han vivido en la semana, el café humeante hace la antesala del espacio, dulces que rotan, el saludo y la alegría ilumina los rostros de cada uno, todos y todas saben que vienen al encuentro con lecturas prometidas, de aprender a ser critico, desde el corazón y la razón, desde lo que se va aprendiendo de cómo debe estar escrito un cuento, una crónica, o un poema, así se van haciendo las historias… nacen de alguien y se transforman al contacto con el mundo del otro, así los sábados cada quince días se va escribiendo una historia en Maniguaje.

Maniguaje ha propuesto producir textos seductores y eficaces; para lograr este propósito, es preciso escribir muchas hojas, borrar, tachar y corregir constantemente, la habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades. Cada uno produce su escrito y lo lee, reciben una ronda de apreciaciones y al final da su opinión valorando lo que le han sugerido y produce para el próximo encuentro una nueva versión del texto, el ejercicio es siempre perfectible, a veces se llega a dos o cuatro versiones de un texto. A lo largo de la conversación, cuando lo cree oportuno, el coordinador del taller va colocando marcas temáticas, puntos de reflexión sobre la técnica de escritura, referencias bibliográficas que nutran el estilo y configuren, con el tiempo, las voces particulares que habitan en la narración de cada uno de nosotros, integrantes de este viaje. En éste ejercicio las palabras suben y bajan, se destiñen y salpican, se oxidan y se destilan, se cosen, se comprimen y se alargan con la voz de todos; pero, en últimas, es la pluma del autor o autora quien da la señal de que su texto está listo para enfrentarse al mar de las historias con fuerza, belleza, seducción y eficacia, seguros que llegará a buen puerto.

Podemos decir que está metodología es desde el “aprender escribiendo”. La principal ventaja del taller es la posibilidad de mantener un diálogo continuo y fluido tanto con los compañeros del taller como con el coordinador del mismo. Aunque no hay recetas para escribir bien, si hay técnicas, estructuras, conceptos, estilos, géneros, gramáticas y hasta normas ortográficas que hacen parte, en mayor o menor grado, de un taller de escritura. Hay colores, olores, tiempos, tipos de personajes y sobre todo hay libros y escritores que son maestros referentes a seguir. Así que otra parte transversal en el taller Maníguaje es el contenido teórico-practico que vamos alternando con el ejercicio de escribir, leer y criticar. La mañana de un sábado se divide en: la lectura de los textos producidos por los participantes, la ronda de comentarios de los compañeros, la discusión de las virtudes y defectos del texto y, siempre hay un tiempo para el plan temático y los ejercicios de escritura que sugiere el coordinador del taller.


Otra de las de las principales características metodológicas de Maniguaje es la posibilidad de intercambiar opiniones y recibir formación con el escritor acompañante que la red Nacional RENATA ofrece al espacio; dos veces al año se recibe la visita del escritor acompañante quien da sugerencias sobre los textos de cada participante y valora el proceso desarrollado por el colectivo; además de las recomendaciones, sugiere un plan de lecturas que enriquezca la formación del grupo.

1 comentario:

ROLD BRANDON PEREZ dijo...

Que elegante que les ha quedado la intruduccion. Es una buena lectura, y creo que se acerca bastante a la realidad. Espero seguir acompañandolos.